domingo, 23 de abril de 2017



 La filosofía de la religión
 tiene, usualmente, por objeto mostrar los principales hitos de la relación entre la filosofía y la religión, y también exponer la índole natural del fenómeno religioso en el hombre. En efecto, el hombre a lo largo de la historia no cesa de expresar su búsqueda de Dios por medio de la reli-gión, ínsita naturalmente en lo más profundo del corazón humano . Recuérdese que para los medievales la religión era considerada como una parte de la virtud de la justicia. La justicia es una virtud propia de la voluntad, un crecimiento en su capacidad de querer. Con todo, la apertura de la persona humana en su intimidad a Dios es superior a la apertura que ofrece su voluntad perfeccionada por las virtudes de la justicia, la piedad, el honor, etc. Por ello la antropología trascendental es superior a la filosofía de la religión natural tal como ésta usualmente se plantea.
La filosofía social 
se propone analizar los fundamentos del orden social . Para ello tiene en cuenta las aportaciones de las ciencias sociales. Cuando estudia al hombre lo ve como realidad social, de modo que el hombre sería incomprensible sin sociedad, y sin su célula básica, la familia. Investiga también la naturaleza y unidad de la sociedad, las relaciones sociales, el orden social, las exigencias sociales de la dignidad personal, los órdenes de reconocimiento, la finalidad de la sociedad, el proceso de institucionalización, la justicia como vínculo de cohesión social, etc. Obviamente todos esos desarrollos aportan luces nuevas para el descubrimiento de la esencia humana, que no se deben soslayar, pero no se cen-tran directamente en la persona humana, pues -como se ha reiterado- ésta no se reduce al ámbito de sus manifestaciones sociales .
   La metafísica
 disciplina reina de la filosofía en la antigüedad y cues-tionada como ciencia en la modernidad, estudia la realidad principial, esto es, el fundamento de cuanto existe, los primeros principios según indicaban los pensadores griegos y latinos. Los primeros principios son los actos de ser. También son tema de la metafísica los llamados por esa tradición trascendentales, es decir, esas perfecciones puras que existen en lo real: serverdadbienbelleza. Como el ser se convierte con otros trascendentales metafísicos (la verdad, el bien, etc.), la metafísica también se ocupará de ellos y de su orden. La cuestión es, pues, si con el enfoque preciso propio de la metafísica clásica se conoce lo radical de la persona humana. Por preguntarlo de otro modo: si se estudia al hombre como acto de ser fundante o como fundamento, ¿será posible dar estrecha cuenta de su co-existencia personal, de su libertad? ¿Ser equivale a coexistir? No parece, pues el coexistir añade realidad sobre el ser, pues añade el acompañamiento. Además, la libertad personal no se puede ser fundada por nadie, pues ya no sería libertad. Es mejor decir de ella que es creada. Tampoco puede ser fundamento de modo necesario de ninguna actuación, pues esos actos ya no serían libres sino necesarios.

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